La diáspora mexicana en España es una población altamente cualificada, universitaria, de clase media, compuesta por 50 mil migrantes, la mitad con doble nacionalidad.
En los estudios que realizamos en el Observatorio de México en España (www.obsmex.com) consideramos a la diáspora como un factor muy importante para potenciar nuestra cultura en el exterior, en términos de poder blando o soft power (Joseph Nye). Un ejemplo de cómo podemos conseguir influencia cultural en España, ocurrió este mes de noviembre en Barcelona con la celebración del Día de los Muertos, organizado por la comunidad mexicana. Nuestros paisanos montaron altares, recrearon un cementerio mexicano y organizaron un desfile de Catrinas.
Estas actividades tuvieron una amplia difusión en la prensa, con lo que se generó una imagen de riqueza cultural del país. En este contexto, nuestros conciudadanos sirven como puente entre México y España para difundir nuestras tradiciones.
Es verdad que en los últimos años películas como Spectre de James Bond con su primera secuencia dedicada al Día de los Muertos y Coco, producida por Disney, que también incide en esta temática -incluyendo los altares, flores de cempasúchil-, han servido para difundir nuestra festividad en el mundo. Pero el papel de la diáspora mexicana con su red de asociaciones como fuente de influencia de poder suave para el país es potencialmente mayor.
Por ejemplo, la comunidad mexicana en Barcelona desde hace años se distingue por una participación activa en la promoción de la cultura a través de sus organizaciones . Sobresalen la Associació Cultural La Bibliomusicineteca, dirigida por Sonia García, y Mex-Cat, Mexicanos en Catalunya, presidida por César Cárdenas, ambas organizaron el desfile de Catrinas, altares, conciertos musicales, entre otras actividades, para celebrar el Día de Muertos en la ciudad Condal que contó con gran participación ciudadana.
Estas asociaciones cumplen un papel fundamental en la difusión de nuestra cultura en España, pero necesitan el apoyo institucional para fortalecer las actividades que realizan. Por ello es primordial una política de ayuda efectiva a las asociaciones creadas por los inmigrantes.
Es necesario que el nuevo gobierno, presidido por Manuel López Obrador, apoye a la diáspora mexicana en España, principalmente a las asociaciones fundadas por los inmigrantes. Estas tienen un papel muy destacado en la fortaleza de nuestro poder cultural en el mundo.