La prensa española le da especial atención informativa a la violencia que se produce en México. En lo que va del año las noticias sobre asesinatos, desapariciones y secuestros han ocupado buena parte de los contenidos referidos al país. Este tratamiento periodístico persiste en la idea de “país peligroso”. Enfoque que ha predominado en los últimos años y con graves consecuencias para nuestra imagen internacional.
La violencia en el país no se puede ocultar. Cuatro hechos ocurridos en estas últimas semanas proyectan una imagen negativa de nosotros: el asesinato del activista Samir Flores, quien encabezaba un grupo en contra de la construcción de una termoeléctrica en el Estado de Morelos; El secuestro por grupos armados en Tamaulipas de más 40 migrantes que querían cruzar a Estados Unidos; El aumento de las cifras de feminicidios y el asesinato del periodista Santiago Barroso, de San Luis Colorado, Sonora.
De acuerdo con datos del Observatorio de México en España (www.obsmex.com) estos hechos han suscitado gran interés en la prensa internacional y provocado que se nos siga percibiendo como país inseguro. Esta idea se confirma tras una revisión a la cobertura que los periódicos El País, El Mundo y La Vanguardia han hecho en los primeros meses del año, y encontramos que el mayor número de noticias se refieren al tema de la violencia.
Analizando los titulares identificamos numerosas referencias en frases que contienen esta palabra. Además de una continua repetición en los contenidos informativos que la convierten en uno de los términos con los que más se asocia al país.
Estos datos señalan que el asunto violencia como criterio informativo se va imponiendo en la cobertura que la prensa internacional hace del país. Estas noticias tiene más relevancia informativa tanto en cantidad como en espacio. Y debido al impacto mediático que los medios necesitan para mantener el interés de sus audiencias se convierte en una estrategia periodística. Lo que genera percepciones desfavorables para nuestro país en el exterior.
Este enfoque y tratamiento periodístico proyecta una imagen negativa de México en España, en nuestra dimensión política. Porque la prensa informa más del clima de inseguridad que se vive en el país, producto de la debilidad del gobierno para atajarla, que de la estabilidad económica o la fuerza de nuestro poder cultural en el mundo.
Sin embargo, la violencia como problema de imagen no es sólo un asunto de enfoques periodísticos, es sobre todo, un problema estructural que debe resolver el gobierno de López Obrador. Así, vista, a partir de cuatro acontecimientos que muestran el clima de inseguridad que se vive en el país y la debilidad del Estado para garantizar la protección de sus ciudadanos. Lo deseable es que la administración empiece a ofrecer resultados para que este asunto tenga poca relevancia informativa y afecte en menor medida nuestra percepción internacional, en términos de gestión política interna.
Este sería uno de los primeros pasos para mejorar la imagen exterior del país. Teniendo muy presente que la valoración pública de un país no se puede cambiar sin corregir los problemas domésticos.