Es difícil pensar en México y no relacionarlo con su gastronomía. Una comida ancestral y muy diversa, elaborada principalmente con productos autóctonos como el maíz, el chile, el frijol, el aguacate y el jitomate. Ahora seguramente te viene a la mente el delicioso sabor picante de los tacos, las enchiladas o el guacamole, platillos representativos de nuestra cocina que seguramente alguna vez has probado en el País Azteca, o en algún restaurante mexicano en el mundo.
El sabor de la comida mexicana está impregnado de historia, cultura y tradición. Un sabor que ha sido enriquecido con el intercambio cultural que inició con la llegada de los españoles hace 500 años. Ellos aportaron el ajo, la cebolla, el aceite, entre otros productos, que dieron origen a la fusión de dos culturas que hoy podemos disfrutar en la mesa. Es imposible imaginar la comida mexicana sin la influencia de los sabores de España y viceversa.
Desde 2010, la gastronomía mexicana ha sido la primera en formar parte del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, concesión otorgada por la UNESCO. Un reconocimiento que ha sido otorgado gracias a valores como la riqueza de su historia, su diversidad, sus productos originarios, sus métodos de elaboración, y su continuidad en el tiempo a través de la creatividad gastronómica de sus cocineros.
Dichos valores, forman parte de las señas de identidad positivas de nuestro país en el mundo. En otras palabras, un ejemplo de nuestro poder suave, que en gran parte se debe a la unión con España. Porque la cocina prehispánica se conformaba exclusivamente de productos endémicos, originarios de su tierra, como el cacao, el amaranto, el nopal, el frijol, entre muchos otros. Con la llegada de los españoles surgió una deliciosa fusión con la aportación del ganado vacuno, porcino y ovino, los quesos, los cereales como el trigo y el arroz y leguminosas como las lentejas.
En España ganamos reconocimiento internacional a través de los restaurantes mexicanos, por ejemplo en Barcelona hay casi 150 gestionados principalmente por nuestros paisanos donde la gente puede disfrutar de la riqueza y variedad de nuestra gastronomía, que además de ser populares, resultan ser muy auténticos.
Otro dato de nuestra cocina que proyecta una imagen positiva del país lo encontramos en que dos de los tres restaurantes de comida mexicana del mundo con estrella Michelin están en España: el “Hoja Santa” en Barcelona de Paco Méndez y en Madrid “Punto Mx” de Roberto Ruiz, ambos chefs mexicanos.
Por último, en estos días de polémica, a raíz de la carta enviada por López Obrador al Rey de España, no debemos olvidar, entre otras muchas cosas, que la fusión de ambas naciones dio fruto a una riqueza gastronómica compartida. Donde la cocina mexicana, que es mestizaje culinario, goza de gran reconocimiento internacional. Así que cada vez que disfrutes de un taco o un guacamole, recuerda que estás probando un pedacito de la larga historia de la fusión de dos culturas, algo que nos debe hacer sentir orgullosos tanto a españoles como a mexicanos.