La concesión de asilo al ex mandatario de Bolivia, Evo Morales ha ocupado gran parte de la atención que los medios de comunicación españoles han dedicado a México en las últimas semanas. Este hecho nos sirve para analizar el relato que la prensa generó de la política exterior y sus efectos para la imagen internacional del país.
“País de asilo”, “tierra de acogida”, “nación solidaria”, “éxito diplomático” “líder regional” son algunas de las ideas que diarios españoles como La Vanguardia, El País y El Mundo destacaron en la cobertura informativa sobre la decisión del Gobierno de ofrecer asilo al ex presidente boliviano. El relato periodístico profundizó en recordar a sus audiencias la tradición mexicana en política exterior de acoger, demostrada con el exilio español que huía de la dictadura franquista, los refugiados latinoamericanos de los años setenta y ochenta, y en último año la protección a los centroamericanos que esperan obtener asilo en Estados Unidos.
Es así que la llegada a México de Evo Morales como refugiado político ha puesto al país en la escena internacional, donde es visto como una nación líder en Latinoamérica. Esta decisión del gobierno, atribuible al presidente Manuel López Obrador y su equipo, principalmente, al trabajo del canciller Marcelo Ebrard, ha recordado que el asilo es una tradición diplomática del país que ha otorgado a políticos como: José Martí, León Trotsky, Rigoberta Menchú, a artistas como el cineasta Luis Buñuel, el escritor catalán Pere Calders o a los republicanos españoles, entre otras personas.
Todo esto ha sido enfatizado por la prensa española que México, en consonancia con su política exterior, garantiza el asilo a perseguidos políticos y es un país hospitalario, esto es muy positivo para la imagen del país.
En los últimos años, las temáticas de la política exterior mexicana en la prensa española ha recibido muy poca cobertura. Una causa objetiva es que el asunto de la violencia ha colonizado el interés informativo sobre México. Pero también tiene que ver mucho con la inacción del Gobierno para desarrollar programas de comunicación internacional que informen del trabajo realizado. En ese sentido, es necesario comunicar lo que se va logrando –como la actualización del Tratado de comercio con Estados Unidos y Canadá TMEC- para proyectar un país fuerte al exterior.
La política exterior es una parte esencial que compone la imagen de México en España y en el mundo. En ese contexto, el asilo político concedido a Evo Morales, una seña de identidad de nuestra diplomacia, y que ha generado muchas noticias, ofrece un ejemplo de cómo decisiones del Gobierno de proteger a perseguidos políticos tienen un efecto favorable en términos de imagen internacional, en este caso, sigue relacionándonos con la idea de país que brinda asilo.
Por lo anterior, sea en el ámbito de la diplomacia o en el de la comunicación internacional se necesita articular una estrategia efectiva que promueva a escala global los logros de nuestra política exterior para que impacte positivamente en la percepción de México en el extranjero.