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Letras mexicanas a la conquista de la Península

Actualizado: 30 nov 2020


“¡Que vayan y chinguen a su madre!”, con esa frase tan directa, quizá un tanto soez pero inconfundiblemente mexicana, da inicio el capítulo cuarto de la recién publicada novela Una cita con la Lady de Mateo García Elizondo. Editada por Anagrama, sello que con cincuenta años de presencia en el mercado se ha convertido en un referente dentro del universo literario del mundo de habla hispana; la obra de ficción es ópera prima de García Elizondo y fue recientemente galardonada con el Premio Ciudad de Barcelona en su vertiente de novela en lengua castellana. Un reconocimiento nada fortuito.

García Elizondo tiene el pelo rizado y viste con un aire desaliñado, propio de los chavos chilangos de su generación que lo mismo vemos en el Chopo que en la Glorieta Insurgentes o en la colonia Roma. Nació en la Ciudad de México en 1987 y, dicho sea de paso, es nieto del inigualable Gabriel García Márquez. El flamante Premio Ciudad de Barcelona es más mexicano que el mole; aunque cierto es que en su médula algo de colombiano queda, con su pluma toda la tinta que se escribe se lee, se escucha y se siente mexicana, como lo demuestra cada uno de los envolventes capítulos de Una cita con la Lady.

El premio a la imberbe carrera literaria de García Elizondo se anunció unas semanas antes de que la editorial Alfaguara, ahora parte del gigante del sector Penguin Random House, hiciera público que el escritor y guionista Guillermo Arriaga era el Premio Alfaguara de Novela 2020 con su obra Salvar el fuego; “una novela polifónica que narra con intensidad y con excepcional dinamismo una historia de violencia en el México contemporáneo donde el amor y la redención aún son posibles”, de acuerdo con el jurado. Arriaga, cuya huella en el séptimo arte es indeleble, basta pensar en Amores Perros o Babel, comparte con García Elizondo su pasión por el guion cinematográfico como género de escritura; el nieto de Gabo coescribió el guion del largometraje Desierto, premiado en el Festival de Cine de Toronto en 2015. Pero, sobre todo, comparte el hecho de ser mexicano y, en este año, galardonado con uno de los reconocimientos de mayor peso en el mundo literario español.

El Ciudad de Barcelona y el Alfaguara a García Elizondo y a Arriaga, respectivamente, se suman a otros sendos reconocimientos a plumas mexicanas, jóvenes y no tan jóvenes, durante la última década; como los Premios Herralde de Novela a Álvaro Enrigue en 2013 y a Juan Pablo Villalobos en 2016. Y el testimonio a largas y consolidadas carreras literarias como los Premios Cervantes a Elena Poniatowska en 2013 y a Fernando del Paso en 2015; y, en su momento, los Premios Príncipe de Asturias a Carlos Fuentes o a Juan Rulfo. La lista de loas recibidas por escritores y escritoras mexicanas en España no es nueva y se corresponde, en parte, a la importancia de México como país hablante del español, pero también y, en gran medida, a la larga presencia y creciente importancia de los escritores mexicanos en la Península.

Es impensable hablar del mundo literario español contemporáneo si no se trae a colación a Juan Villoro y a Jordi Soler, escritores y pensadores prácticamente binacionales. Pero también si no señalamos a los creadores mexicanos que viven y publican activamente en ciudades como Madrid y Barcelona y que van de Jorge F. Hernández, actual director del Instituto de México en España, a Eduardo Ruiz Sosa. Hoy por hoy, sin dejar de lado la centenaria influencia y diálogo perenne entre ambos lados del Atlántico y que incluye a Sor Juana Inés de la Cruz y a Juan Ruiz de Alarcón, la presencia e incidencia de las letras y los letrados mexicanos en España es irrevertible. Los recientes premios Alfaguara de Novela y Ciudad de Barcelona así lo demuestran. Lo afianzará el Festival Hispanoamericano de Escritores dedicada en su edición de este año a México en septiembre próximo en la isla canaria de La Palma. Y lo confirman las decenas de miles de lectores que cada año en España leen con acento mexicano en un idioma que es el suyo pero que al mismo tiempo ha dejado hace mucho de serlo.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Diego Gómez Pickering es corresponsal para África Subsahariana del semanario mexicano Proceso. Es diplomático, periodista y escritor. Doctorando en Diplomacia y Relaciones Internacionales por Euclid Univesity y maestro en Desarrollo Cultural por la Universidad de Columbia en Nueva York, EE.UU. su libro más reciente es Diario de Londres (Taurus, 2019). Esta es una colaboración especial para el Observatorio de México en España.

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