El Instituto Valenciano de Arte Moderno de Valencia (IVAM) alberga, desde julio pasado, una amplia, interesante y prolífica obra del artista valenciano Josep Renau, que refleja parte de su producción gráfica y artística desarrollada primero en México, donde se exilió de 1939 a 1958 y luego en la República Democrática de Alemania, país al que se mudó de 1958 a 1982. Se titula “Los exilios de Renau” y son más de doscientas obras que proceden de los fondos de la Fundación Josep Renau, depositados en el museo valenciano en 1989, por decisión del mismo artista.
Renau Berenguer fue un hombre de ideas comunistas y marxistas que en todo momento las reflejó en su producción artística. Nació en Valencia un 17 de mayo de 1907 y falleció en Berlín un 11 de noviembre de 1982. Antes de exiliarse a México con su esposa, la también artista María Ballester, ya gozaba de una buena reputación gracias a su trayectoria como profesor de dibujo en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos, en Valencia –de la cual incluso llegó a ser director general–, así como a su participación en la Exposición Nacional de Madrid, sus clases de maestro en Bellas Artes en la Universidad de Valencia, y a que fue fundador de la Unión de Escritores y Artistas Proletarios.
De hecho, cuando fue director general de Bellas Artes tuvo a su cargó la organización del Pabellón de España de la Exposición Internacional de Artes y Técnicas, celebrada en París en 1937, donde gracias a una visita previa que hizo a Pablo Picasso, solicitándole su participación en el evento, nació el célebre “Guernica”.
Renau y Siqueiros
Su exilio en México, luego de la Guerra Civil, permitió a este pintor, artista gráfico, fotomontador, muralista y militante comunista, proyectarse a nivel internacional en el mundo del arte, gracias a la producción que hizo en ese país y a la amistad que entabló con el artista mexicano, David Alfaro Siqueiros, a quien conoció en 1937 cuando lo recibió en Valencia, donde impartió una conferencia en la universidad del mismo nombre.
Ante la necesidad de supervivencia en el país azteca, Renau tuvo que aceptar ofertas laborales mínimas, como la realización de calendarios para una imprenta. Pero su gran oportunidad no tardó en llegar a los pocos meses de estar en México, cuando fue invitado por el mismo Siqueiros a sumarse al equipo de artistas hispano-mexicanos que en 1939 realizarían el mural para la nueva sede del Sindicato Mexicano de Electricistas, titulado “Retrato de la burguesía”, cuya temática refleja tres enfoques: la glorificación del comunismo, el odio de los ricos y las representaciones de la violencia.
De hecho, en la exposición del IVAM hay dos obras de Siqueiros en formato pequeño y una enorme reproducción del mural, así como fotografías e información de otro que hizo en solitario para el Hotel Casino de la Selva, en Cuernavaca, que tardó seis años en terminarlo y en cuyos pasillos también plasmaron su firma y obra artistas como Siqueiros, Francisco Icaza y Jorge González Camarena, entre otros. Esta obra se titula “España hacia América”. Desgraciadamente dicho hotel fue demolido con todos sus murales en 2001, cuando una empresa americana lo adquirió para hacer un centro comercial.
Renau alternaba su trabajo como muralista, realizando carteles cinematográficos y fotomontajes. Aportó diseños emblemáticos para la industria fílmica de la Época de Oro del Cine Mexicano, de los cuales hay una colección en la exposición del IVAM, en las que pueden verse carteles de películas como “La devoradora”, “La adultera”, “Hay muertos que no hacen ruido” y “La novia del mar”, entre otras.
Otros trabajos que el artista realizó en México fue la elaboración de portadas para las revistas Lux y Futuro, de contenido político, de las cuales también hay una selección en la muestra. Como artista gráfico, la publicidad no estuvo ajena en su obra, pero vista con una óptica más crítica y reflexiva. Inmerso en este mundo de carteles publicitarios y cinematográficos, Renau se vio en la necesidad de crear su propio taller de trabajo, llamado Estudio Imagen, en el que colaboraba su esposa Manuela, sus cuñadas Rosa y Josefina y sus propios hijos, sin dejar de hacer colaboraciones con revistas españolas vinculadas al exilio.
Renau obtuvo la nacionalidad mexicana, pero dejó el país en febrero de 1958 para irse a vivir a Berlín donde firmó contrato con una televisora alemana. En ese exilio, el artista amplió sus posibilidades de expresión artística incursionando en la realización de filmes gráficos, caricaturas, ilustraciones, entrevistas, fotomontajes y murales. En este país concluye la famosa serie de fotomontajes “The American Way of Life”, que denuncia el imperialismo y el proceso de colonización cultural del modelo de vida americano, y la cual forma parte de la exposición en el IVAM, que por cierto finaliza en enero de 2022.
Alguna vez regresó a España. Fue en 1976, pero entró como extranjero con un pasaporte mexicano y con un visado por tres meses. Murió en noviembre de 1982 en Berlín, con la ilusión de un proyecto que realizaría en Manises, una población cerca de Valencia a donde finalmente contemplaba regresar, lo cual no consiguió.
La extensa y productiva obra de Renau lo convierten en un artista muy reconocido en México, Alemania y su natal España, donde la historia del arte lo considera un héroe, gracias a su gestión como responsable de la evacuación de una importante colección de obras del Museo del Prado, para salvarlas de los bombardeos en Madrid, en 1936. La exposición permanecerá expuesta hasta el 9 de enero de 2022.
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Margarita Morales es periodista y editora mexicana con experiencia en medios tradicionales y digitales, gestión de redes sociales, contenidos para blogs y realización de páginas web. Reside en Valencia, España.
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