Hace algunos días comenzó a programarse en salas de toda España Nuevo Orden, película dirigida por el mexicano Michel Franco. El filme tuvo su estreno mundial el pasado mes de septiembre, en plena pandemia, como parte de la selección oficial de la Muestra de Cine de Venecia. Conocido habitualmente como la Mostra, el festival cinematográfico italiano es, a la par de los festivales de Cannes, Berlín y Toronto, una de las principales plataformas para lo más selecto del séptimo arte a nivel mundial. En dicha muestra, la sexta película que dirige Franco se alzó con el premio del Gran Jurado, uno de los galardones más prestigiosos del certamen. La crítica especializada internacional secundó dicho reconocimiento y refrendó la que a estas alturas ya parece una imparable carrera al olimpo fílmico para el joven cineasta chilango.
La recepción por parte de los reseñistas fílmicos españoles no fue menor y a lo largo de varios días acaparó plumas y páginas en periódicos, blogs y sitios webs, con aplausos y loas para el creador azteca, antecediendo la aparición de su más reciente obra en los cines de la península. Para El País, el último filme de Franco “sedujo a Venecia” y habrá de hacer lo mismo con toda España. Mientras que para el diario catalán La Vanguardia, con Nuevo Orden, Michel Franco “propone una fábula tan reveladora y certera como febril sobre la desigualdad”, calificándola como “una película que confía en el protagonismo más físico, ácido y hasta táctil del cine”.
Para Radio Televisión Española, mejor conocida por sus siglas, RTVE, la cinta mexicana constituye no solo “una explosión revolucionaria” sino que posee “un implacable mecanismo narrativo”. Por su parte, para el periódico La Razón, Michel Franco es “un verso suelto dentro de los tiempos” y Nuevo Orden “un potente proyecto”. El diario ABC califica a Nuevo Orden como una de las mejores películas del 2020; y el Periódico de Cataluña define al director mexicano como “un cineasta particularmente intrépido y provocador”.
Franco no sólo dirigió Nuevo Orden, sino que también escribió el guion, fungió como editor y es coproductor de la película protagonizada, entre otros, por Diego Boneta y Naian González Norvind. Se espera que su paso por las carteleras ibéricas sea, por lo menos, de un par de meses y que además de las favorables críticas en los principales diarios y medios electrónicos del país, sume, al menos, varios adeptos de entre el nutrido grupo de cinéfilos españoles que tienen entre sus favoritos a otros grandes nombres de la cinematografía mexicana contemporánea, como Guillermo del Toro, Alejandro González Iñarritu, Carlos y Alfonso Cuarón o Carlos Reygadas. Precisamente sobre este último, durante todo el mes de febrero, la Filmoteca de Cataluña, catedral del buen cine en la Ciudad Condal, organizó una retrospectiva con entradas agotadas y que incluyó casi todos sus filmes, incluidos Post Tenebras Lux, Luz Silenciosa y Japón.
La irrupción de Nuevo Orden y con ésta de Michel Franco en las pantallas y preferencias españolas no es la primera ni será la última que hace el cine mexicano y con él, el poder suave de nuestro país; infiltrando conciencias y cimentando una relación aún más cercana entre el otrora Distrito Federal y Madrid a través de la cultura. El cine, los actores, las actrices y los directores mexicanos han sido por décadas el deleite de muchas generaciones de españoles. No es fortuito, quizá, que Luis Buñuel, el aragonés nativo de Calanda y enemigo declarado de la Falange y del dictador, buscara refugio en México, y que prefiriese a nuestro país por encima incluso de Francia cuando de sus películas favoritas se tratase, incluida la Viridiana ganadora en Cannes y protagonizada por nuestra icónica Silvia Pinal.
Pedro Infante, Jorge Negrete, Pedro Armendáriz, el Indio Fernández, Dolores del Río y María Félix, entre otros, son nombres que a los españoles que crecieron en los años 40, 50 y 60, les son tan familiares como la tortilla de patatas y el arroz con leche.
El cine de México ha abierto puertas a nuestro país y a nuestros paisanos en España, ha tendido puentes a ambos lados del Atlántico y, sobre todo, ha permitido que México se entienda cabalmente y con ello se quiera y anhele aún más, por parte de los españoles. Nuevo Orden y Michel Franco, son una muestra más de ello. ___________________________________________________________________________________________
Diego Gómez Pickering es corresponsal para África Subsahariana del semanario mexicano Proceso. Es diplomático, periodista y escritor. Doctorando en Diplomacia y Relaciones Internacionales por Euclid Univesity y maestro en Desarrollo Cultural por la Universidad de Columbia en Nueva York, EE.UU. su libro más reciente es Cartas de Nueva York (Taurus, 2020). Esta es una colaboración especial para el Observatorio de México en España (Obsmex).
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