Me encuentro de vacaciones en casa, estoy en México y me encanta el reencuentro con mi familia, amigos y paisanos. Me preguntan mucho sobre mi experiencia de vivir en España y de Barcelona, la ciudad donde este año cumpliré cuatro años de haber iniciado la aventura de migrar, durante este tiempo he vivido muchas experiencias y en este artículo quiero compartirles algunas.
Lo primero que he aprendido es que existen muchas razones por las cuales las personas migran. Unas se ven en la necesidad de mejorar sus condiciones económicas o laborales, otras llegan a realizar estudios universitarios y se quedan, y algunas más deciden cambiar de país por amor. Yo formo parte de este último grupo, la llamada migración rosa, los que decidimos movernos de lugar de residencia para iniciar una vida al lado de nuestra pareja.
Segundo, disfrutar de una vida estable en un nuevo país no es siempre un camino de rosas, la imagen del expatriado con una vida exitosa es el resultado de un duro trabajo físico y emocional. Al mismo tiempo que te despides de toda una vida, estás aprendiendo a reinventarte en un lugar nuevo y desconocido, que te pone a prueba todos los días con retos que demandan mucha paciencia, una gran capacidad de adaptación y sobrevivencia.
Sin embargo, creo que si tienes una actitud de lucha y eres perseverante, los beneficios recibidos compensan el trabajo dedicado. Tu nuevo hogar te llenará de muchas satisfaciones, de personas que te colmarán de cariño y harán menos difícil lo que dejas en tu país: familia, amigos, comida, cultura, etcétera. También encontrarás oportunidades profesionales, abrirás tu mente, aprenderás otros idiomas y nuevas maneras de relacionarte con la gente. En definitiva, descubrirás otras culturas que te aportarán experiencias y conocimiento.
Así ha sido mi experiencia en Barcelona, un lugar donde me he sentido bienvenida y me ha abierto sus puertas facilitándome el proceso de mi matrimonio con trámites migratorios que no son terribles, aunque sí laboriosos. Esta ciudad me ha regalado la oportunidad de empezar una nueva vida.
Puedo decir que España es un país que quiere a los mexicanos. He confirmado que somos naciones hermanas con una historia en común que nos hace más fuertes. Para mí es una gran satisfacción ser parte de la fusión de ambas culturas y poder disfrutar de las singularidades de cada una de ellas. Por eso España, además de ser un país que nos estima, es mi segundo hogar.